La medicina tradicional maya es conocida por su profunda conexión con la naturaleza. Los curanderos, o “h-men,” utilizan plantas medicinales para tratar dolencias físicas y emocionales, siguiendo rituales que han pasado de generación en generación.
Historia real
Una de las historias más impactantes es la de Isabel, una mujer guatemalteca que sufría de insomnio crónico. Tras probar tratamientos convencionales sin éxito, visitó a un curandero maya en su pueblo. Este le recetó un té especial hecho con hojas de ruda, hierba buena y flores de manzanilla, además de un ritual de limpieza espiritual con humo de copal. Después de semanas de tratamiento, Isabel recuperó su capacidad para dormir y afirmó sentirse más conectada consigo misma.
Esta historia resalta cómo las terapias naturales, combinadas con prácticas espirituales, pueden ofrecer soluciones completas para el cuerpo y el alma.